
La timidez puede ser un problema cuando se quiere formar un grupo musical, tal es el caso de Sigur Rós, cuatro muchachos originarios de Islandia sumamente retraídos, quienes designaron a su vocalista simplemente porque a los otros tres les aterraba la idea de cantar en público, así fue como Jónsi se quedó como vocal.
Georg, Orri, Jónsi y Kjartan crean Sigur Rós con la idea de exteriorizar su propia forma de hacer, ver y entender la música; son una innovación en cuanto a varios elementos; las canciones comúnmente tienen una duración de no más de cuatro minutos, ellos creen firmemente en grabar canciones hasta de doce minutos y así lo hacen, pues el tiempo no es una limitante para ellos.
Tampoco lo es el idioma, hemos escuchado tantas veces la frase “la música es universal”, ¿cierto? pues estos islandeses utilizan un lenguaje llamado Volenska para la ejecución de sus melodías; lo cual comprueba la pasión de la gente por la música, a veces en los conciertos cantan las “letras” y es gracioso porque cada quien descifra lo interpretado por el grupo y de igual manera lo canta haciéndolo suyo al mismo tiempo.
El cuarteto islandés posee un estilo ambiental e intenso basado en gran medida en el dream pop; podría clasificarse también dentro del post-rock, el problema aquí es la negación de los integrantes a encasillarse en un género musical, profesan la música como un modo de expresión, de catarsis, de transmitir sus pensamientos y su sentir a ellos mismos y después a los demás.
Crean melodías suaves con una potencia emocional desgarradora combinada con la voz de Jónsi, quien transforma con la mezcla de todo esto, el entorno en algo fascinante, donde cerrar los ojos o ver hacia un punto fijo da lo mismo con tal de experimentar todas las sensaciones estimuladas al escucharlos.
Lo mismo provocan en nosotros tristeza, melancolía, alegría y ternura, emocionan al grado de sollozar, suspirar o sonreír, dejan un halo de paz y tranquilidad después de pasar un buen rato escuchándolos. Aquellos afortunados en asistir a alguna presentación en vivo han afirmado haber tenido una experiencia absolutamente intensa.
Sus videos son hermosos, la música representada en rostros angelicales, dan como resultado una capacidad expresiva tan perfecta y sublime, de la cual es imposible salir o despegarse.
Lo mismo se enfoca la atención al Perlan Theatre Group, agrupación islandesa de actores con síndrome de down para protagonizar el video Svefn-g-englar (Sonámbulos) en donde corren y juegan alrededor de bonitos lugares en Islandia, vestidos como ángeles, en donde aparecen también frases relacionadas con la música y la pasión por ésta.
En general, la temática de sus videos está en completa armonía con las composiciones, tan llenas de emociones y con una fuerza musical indefectible.
No es extraño encontrar bella la música de estos cuatro penosos chicos, recordemos a Gus Gus o a Björk, islandeses exitosos y auténticos dentro del mundo musical, la única diferencia entre ellos y Sigur Rós es el idioma, los dos primeros han extendido su mercado al cantar en inglés, lo cual no está en los planes de la banda islandesa.
Su discografía consta de cinco maravillosos discos: Von (Esperanza), Von Brigði (Papelera de reciclaje o decepción), Ágætis byrjun (Un buen comienzo), ( ) y el último material discográfico, Takk (Gracias). Todos son unas joyitas, yo no tengo un favorito, ni puedo decirles cual está más chido, porque me gustan todos, cualquiera de ellos es buena opción para empezar, pero Stáralfur (viene en el Ágætis byrjun) es una melodía bellísima.
En fin, ¡vale mucho la pena escucharlos! Sigur Rós definitivamente es otro nivel musical.
Escrito en Octubre de 2006.