jueves, 13 de marzo de 2008

¡Vaya!

Hace unos días fui al cine con una amiga, salimos de la sala, y cuando caminábamos hacia el elevador se le ocurrió comentarme sobre algo que escuchó y me dijo lo siguiente: ¿cómo veeees? que ya si te ven, los puedes meter a la cárcel" entonces empezamos a intercambiar comentarios, ella dijo que al rato iban a sacar la otra parte, una ley que protegiera a los hombres y es justo, no? también deben de protegerse porque hay cada canijilla...

También me dijo "no tienen qué hacer, aprueban cualquier cosa... jaladas y hay cosas más importantes que deberían de resolver", le di la razón. Todo iba bien, pero adelantito de nosotras estaba un señor viéndonos con cara de ¡qué barbaridad, estas niñas de hoy! y lo vi un poco afectado con nuestra actitud y comentarios. Quien sabe qué onda.

Días después me enteré que el pasado 8 de marzo entró en vigor la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual defiende las elecciones en cuanto a derechos reproductivos (si quiere o no embarazarse, qué anticonceptivos usar, el decidir sobre un aborto seguro, entre otras) y establece cinco modalidades de violencia contra nosotras: laboral, docente, familiar, en la comunidad e institucional.

La parte enganchada en el cerebro de Pau fue la penalización sobre las miraditas o palabras agresivas, incómodas y/o lascivas por parte de los hombres hacia las damas, y sólo por observar de manera indecente a una mujer pueden terminar entre los barrotes, obviamente quien determina si es o no una miradita malvibrosa es la fémina en cuestión.

Como parte del género femenino, entiendo perfectamente lo que es ser tragada por un hombre con los ojos o recibir comentarios pendejos -porque eso son- e insistentes sobre lo que sea que les llamó la atención; pero de igual modo me doy cuenta de la exageración o del peligro potencial de esta ley, al menos de ese punto... hay bastante vieja malvibrosa en este país, así como un puñado de mujeres dramáticas a quienes les encanta hacer un escándalo por cualquier cosa, así que hombres... tengan cuidado y no estén de mirones. ¡Contrólense!

Cuando cursaba la secundaria, era bastante común que los chamacos estuvieran de mirones, a veces era sumamente molesto... así que nuestra maravillosa solución era fijar nuestros inocentes globos oculares en la zona del cierre en sus jeans, las reacciones eran varias, desde el aguantador y presumidote hasta el que se movía y alejaba nuestra cabeza con su mano, inevitablemente todos terminaban por reír nerviosamente, pero creo que entendían el objetivo del acoso.

Leí en algún lugar a un joven preocupado por la razón de las miradas y dice lo siguiente "castigar y reprimir la líbido masculina, aspecto de lo más natural en todos los hombres, es una sorprendente estupidez." Estoy de acuerdo, pero a ver amigo, relájate... siento un poco de drama en tu comentario, entiendo... es como intentar tapar el sol con un dedo (lo de mirar, el acoso no tiene justificación). Platicaba hace un par de horas con álguien, a los hombres les encanta ver escotes, piernas, mujeres guapas, tal vez piensen que son muy discretos, imperceptibles y ninguna mujer nota esos ojos clavados en sus nalgas o senos eh.

Lamentablemente el acoso sexual es una realidad en nuestro país (y en el mundo) por lo tanto, si esta ley con todo y sus resbalones va a hacer aunque sea un poquito de diferencia para muchas, ni modo, tendrán que adaptarse porque para que la modifiquen... supongo que va a estar cañón.

Nota pa reconfortar: Bueno, si se encuentran a Sabrina Sabrok, seguro hasta a nosotras nos meten a la cárcel, ¡guácala! ...por mironas.

lunes, 3 de marzo de 2008

Cómo pasa el tiempo

A través de los años, accesorios, zapatos, ropa y hasta juguetes tienen un papel fundamental dentro de la moda y el curso actual del mundo, todos pasamos por esa etapa en donde no importaba el precio (no me refiero tanto al dinero) debíamos tener en nuestras manos el nuevo juguete de la cajita feliz o el álbum de estampas de N. cantidad de caricaturas, la figura de acción de otra cantidad X de películas, cada quien de acuerdo a su época.

Y bueno, los dulces... de cajón, pero qué me dicen de la locura ocasionada al fusionar una especie de juguete + dulces, dio como resultado un boom: un dispensario de dulces, ¿ya se acordaron? ¡los Pezheads!

¿Quién no recuerda al pájaro loco dándonos pastillas sabor fresa? si nos ponemos a analizar la estructura de los pezheads, estaban bastante pinches, me refiero a que no tenían mayor chiste, algunas de las cabezas-caricaturescas eran bastante feas, se veían hasta chafas (jaja). Pero de que causaron furor, no hay duda alguna. Si existen personas traumadas por guardar todos los tazos habidos y por haber o monedas viejas, estampas, tarjetas deportivas, no es en absoluto extraño que existan personas encaminadas a obtener la mayor cantidad de pezheads y anexos por la vida.

Eso tenía en mente Cristopher Marshall, quien armó un documental honrando a este inusual grupo de aficionados; todo gira en torno a los fanáticos, los vendedores, los diferentes lugares donde pueden encontrar diversos productos PEZ para ampliar su colección, las convenciones, las historias de cómo se convirtieron en devotos de estas figuras y dulces, etc.

Las Pezheads comenzaron a fabricarse poco antes de los años 70, pero desde entonces el daño estaba hecho, la pezheadmanía dio inicio y es por eso que Marshall lo documentó en el 2006 como tributo, cosa curiosa y/o una extraña vorágine por los miles ¿o millones? de dispensarios. La convención más vieja, se celebra en Ohio desde 1991 y es conocida como PEZ-A-MANIA, a ver si algún día llega a nuestro país el dichoso documental, aunque sea de relajito, jajaja. Estaría interesante verlo, por lo pronto pueden checar los cortos. Aquí y aquí. ¡Disfruten! jeje.