sábado, 28 de agosto de 2010

Quemar las naves…


Al acomodar mis DVDs me encontré algunos sueltos, entre ellos uno piratón, dada la legibilidad a puño y letra del buen Nicho –tengo un amigo pidata-, no comprendí lo que decía.


En un inicio, yo leía un “Quemar los Nawis” y de inmediato imaginé una película tipo “Starwars” ó “Star Trek” ó de perdida, una tipo “Armageddon”, pero al meterla al DVD para checarla, aclaré mis dudas respecto al título: QUEMAR LAS NAVES.


En el menú de inicio aparece la imagen de una chica con un fondo un poco llamativo –rosa mexicano- con el título de la misma en letras negras sobre una franja amarilla y la leyenda “No tengas miedo de vivir tu vida”… ¿cómo?... sí la idea era confundir al espectador, caí Cabe mencionar que escribí este párrafo antes de encontrar la imagen en internet y pegárselas al inicio de este post.


Ante tal cosa, no pude evitar ponerle “Iniciar Película” –sí ya me había tomado la molestia de intentar leer el DVD, meterlo al aparato y checar tan atrayente portada, ¿qué me costaba?


En un camino por lo desconocido, comenzó la película con despampanante producción, de inmediato noté que era mexicana; LAS NAVES PRODUCCIONES –Jesus Christ! Se quemaron la cabeza con el título- pensé. Las letritas difuminadas aparecidas posteriormente: FONDO PARA LA PRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA DE CALIDAD (FOPROCINE – MÉXICO), seguidas de ESTUDIOS CHURUBUSCO AZTECA comprobaron lo anterior.


Al mismo tiempo mi cerebro procesaba todo lo que veía en pantalla, el imagotipo de IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía) visible en la parte superior izquierda en sello de agua y el gran inicio de la película con fotografías de los escenarios difuminadas entre sí, me sembraron dos prejuicios:

a) Película pirata, mexicana, mala y viejísima.

b) Película pirata, mexicana, mala y vetada.


Para no alargar la entrada, dejé correr lo que faltaba del inicio de la película y me distraje borrando archivos de mi compu, hasta el primer diálogo que llamó mi atención: “otro ratito” el cual le mencionó un chavo a “su novia”-realmente pensé que eran lovers.


La escena cambió, el tan aclamado título apareció a 1/3 parte de la pantalla –porque es pirata- y oficialmente comenzó la película. Cabe mencionar que estaba subtitulada en inglés, hecho que llamó mi atención, oh yes! –jaja


En el inter me perdí, debo admitir que seguía sin prestarle tanta atención y me entretuve acomodando otros DVDs, hasta donde noté que los chavos del primer diálogo, no eran novios, sino hermanos.


La película transcurrió y me comencé a clavar por ciertas puntaditas como el de una monja llamándole a sus alumnos “hormonas”-jajaja- la fuerte personalidad del personaje de la actriz principal, el morbo de las posibles peleas, la extraña relación entre hermanos, la tragedia y enfermedad de la madre y mi insomnio, entre otras.


Este filme dirigido por Francisco Franco, trata la historia de ambos hermanos (Helena y Sebastián) y toca temas sobre la homosexualidad, enganchamiento, complejidad de roles, de relaciones humanas y pérdidas de las mismas.


El nombre del filme “Quemar las naves” lo adoptan como una figura metafórica, en donde “para poder irte, debes romper con lo que dejas atrás, para que ya no te puedas regresar aun que te de miedo”…


FICHA TÉCNICA:


DIRECCIÓN: Francisco Franco-Alba.
PAÍS:
México.
AÑO: 2007.
DURACIÓN: 100 min.
GÉNERO: Drama.
INTERPRETACIÓN: Irene Azuela, Ángel Onésimo Nevares, Claudette Maillé, Pablo Benítez, Ramón Valdez, Jessica Segura, Juan Carlos Barreto y Aida López.
GUIÓN: Maria Reneé Prudencio y Francisco Franco-Alba.
PRODUCCIÓN: Laura Imperiale, María Novaro y Francisco Franco-Alba.
MÚSICA: Alejandro Giacomán.
FOTOGRAFÍA:
Erika Licea.
MONTAJE: Sebastián Garza.
DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Lizette Ponce.



SINOPSIS: Sebastián y Helena son dos hermanos adolescentes que viven con su madre moribunda en una ciudad colonial de provincia. Encerrados en una casona que se está cayendo a pedazos, lo único que los sostiene es su relación simbiótica y dependiente. La muerte de su madre y la llegada de Juan, un adolescente de clase baja que viene del mar, desencadenan un enfrentamiento doloroso entre los hermanos que los obliga a definir su actitud hacia el amor, el sexo, la amistad, el poder y la traición; es decir, su actitud ante la vida.


Para mi punto de vista, es un largometraje con buenas historias donde se intentó abarcarlo todo en una misma historia sin llegar al clímax de todas las que le rodeaban, tal como este post. Sí me preguntan ¿la recomiendas? R= sí la recomiendo, la fotografía es buena, está bien hecha, algunas actuaciones son muy buenas, la musicalización no está tan pior, tiene un renombrado reparto y es evidente que si aguantaron la lectura de este post hasta este punto , podrán aguantarla también.

martes, 17 de agosto de 2010

¿Y tú quién eres?


El siguiente post está guardado en borradores desde el 16 de agosto*, fecha en que la Corte avaló la adopción por parte de parejas gay. En mi tierno cuarto siglo de vida, he escuchado conversaciones absurdas sobre las "grandiosas ideas" que tiene la gente sobre los homosexuales. Insultos y argumentos poco inteligentes para atacar a personas que son exactamente iguales a todos, simplemente tienen una preferencia sexual distinta y eso no me debe importar, ni afectar a mí, ni a tí.
Se escucha y se lee por ahí: "La sociedad mexicana no está lista para que las parejas homosexuales se casen y adopten niños"... ¡Por favor! nunca estamos listos para nada, si nos esperamos a estar "listos", vamos a morir en el proceso. En fin, ya está aprobado, en el Distrito Federal las parejas gay se pueden casar y pueden adoptar. ¡Bravo México! Gran paso...

Estoy muy orgullosa de los nueve votos que hicieron LA DIFERENCIA. ¡Arriba la diversidad, la apertura, la libertad!

Sólo me resta preguntarles a esos que agreden y están irremediablemente en contra de los homosexuales, la adopción y el matrimonio gay: ¿quién eres tú para decidir por los demás? ¿quién eres para condenar a una pareja que se ama, quiere casarse y formar una familia? Fíjate primero en tí, en cómo actúas, en lo que no te gustaría que te hicieran a tí o a cualquier persona por la cual sientas gran cariño. Todos somos libres de hacer lo que nos plazca, siempre y cuando no dañemos a terceros.