Sucede que año tras año prometemos hacer ejercicio, comer saludable, procurar más a la familia, a los amigos, encontrar una manera increíble para vivir y al mismo tiempo cumplir con todas las metas impuestas el último día del año y terminamos sin hacerlo.
El 2011, a horas de nacer, no será la excepción... me repetiré a mí misma lo bien que me hará hacer un poco de ejercicio y limitarme más en mi dieta diaria. Pasar más tiempo con mis papás, disfrutar más a mis amigos, primos y hermanos. Dejar la desidia a un lado y sacar adelante un par de proyectos en mente, y un largo etcétera.
Este año que comienza a agonizar, me dejó -como siempre- mucho aprendizaje y algunos nuevos buenos amigos. Comencé el año mal, enferma y con un diagnóstico de cálculos biliares *horror*, me sentía fatal. Que un médico te diga "no puedes comer nada, excepto frutas y verduras hasta que te operen, porque todo lo demás te hará sentir como ahora o peor" no es una bonita manera de recibir el año, jajaja.
Al final de cuentas, todo resultó bien... después de la angustia y la espera, entré a quirófano el 28 de abril a las 3 de la tarde. No hubo mayor complicación y aunque ya no tengo vesícula, todo parece funcionar correctamente.
Hubo fiestas buenísimas, reencuentro con viejos amigos, la emoción de un viaje que después fue cancelado, la verdad es que ha sido un buen año, fuera de un par de situaciones que me dieron un poquito en la madre, pero el tiempo es sabio y ya veremos cómo nos recibe el 2011.
Uno de mis propósitos será escribir con mayor frecuencia en este espacio...
¡A darle que apenas se está poniendo bueno el show! ¡Ja!
El 2011, a horas de nacer, no será la excepción... me repetiré a mí misma lo bien que me hará hacer un poco de ejercicio y limitarme más en mi dieta diaria. Pasar más tiempo con mis papás, disfrutar más a mis amigos, primos y hermanos. Dejar la desidia a un lado y sacar adelante un par de proyectos en mente, y un largo etcétera.
Este año que comienza a agonizar, me dejó -como siempre- mucho aprendizaje y algunos nuevos buenos amigos. Comencé el año mal, enferma y con un diagnóstico de cálculos biliares *horror*, me sentía fatal. Que un médico te diga "no puedes comer nada, excepto frutas y verduras hasta que te operen, porque todo lo demás te hará sentir como ahora o peor" no es una bonita manera de recibir el año, jajaja.
Al final de cuentas, todo resultó bien... después de la angustia y la espera, entré a quirófano el 28 de abril a las 3 de la tarde. No hubo mayor complicación y aunque ya no tengo vesícula, todo parece funcionar correctamente.
Hubo fiestas buenísimas, reencuentro con viejos amigos, la emoción de un viaje que después fue cancelado, la verdad es que ha sido un buen año, fuera de un par de situaciones que me dieron un poquito en la madre, pero el tiempo es sabio y ya veremos cómo nos recibe el 2011.
Uno de mis propósitos será escribir con mayor frecuencia en este espacio...
¡A darle que apenas se está poniendo bueno el show! ¡Ja!