Seguramente usted es una de esas afortunadas personas asiduas a pasear por las calles de su ciudad, recorrer el zócalo, la plaza de armas, las tiendas, las plazas comerciales, museos, entre muchas otras curiosidades del lugar donde habita o en el cual ha decidido vacacionar.
El agradable clima, los vendedores ambulantes, el ambiente familiar o en su defecto: ameno (por aquellos que estén solos como dedos o con puros amigos o agregados sin parentezco alguno) , el canto de los pájaros, las nieves de la plaza de armas, los elotes y/o esquites del zócalo, el agüita de guayaba de $10... y, y, y... ¡¿ratas acompañándote mientras saboreas tu delicioso hot dog sentad@ en una banca a un costado del palacio de gobierno?!
¡No mames! y no creas que si te mueves, correrán... al contrario, se te acercarán más pa' que les convides, tsss... no seas ojete, aliméntalas.
¿Cómo es posible que en la siempre bella y concurrida ciudad de la eterna primavera haya tal cantidad de roedores en plena plaza de armas y alrededores? y no hablo de ocho ratitas esparcidas por el lugar, ¡no! hay para obsequiarle unos cuántos guacales previamente sellados (digo pa' aprovechar que hay hartos desos en el mercado) a todos nuestros amiguitos de la República Mexicana o a algún empresario asiático que guste de cocinar rata con sabor mexicano, sería una super ganga y entraríamos al pedo de importar y exportar ratitas simpaticonas para deleite estomacal de los ojos de guión.*
El puro business.
No... hablando en serio, sí hay un montón de ratas, ¿qué onda con la imagen de la ciudad? son demasiadas, ni se mueven cuando álguien pasa al lado de ellas y lo peor es que ya hay más ratones que palomas, lo cual es sumamente estresante y hasta me recuerda la película esa de Alfred Hitchcock, Birds. La cual me traumó hartísimo, y la situación me hace revivirla mentalmente, pero en versión rata-ratón.
Qué asco. Álguien debe hacer algo pronto... ¡¡¡URGE!!! Si les vale la imagen de esas zonas tan "poco visitadas", entonces háganlo por salud, qué desagradable... estar caminando entre esas horrorosas y peludas bombas de infección, no está chido.
El Sr. Gobernador y su compa el Sr. Presidente Municipal, me están quedando bieeeeeeeeen mal, bueno no sólo a mí, a tooooooodos los guayabos que gustamos de caminar por el centro. Qué ossso con ustedes. Ja!
A ver en qué para todo ésto. A mí si me preocupa, pero me dan asco las ratas, jajaja, que uno o varios individuos valientes y sangrientos las maten sin piedad alguna, así serán nuestros héroes del año, serán cargados en hombros y vitoreados por chicos musculosos, pero no por ello menos temerosos y anti-roedores. Mujeres y hombres, niños y niñas (aún no supero la etapa del buen Fox! jaja) estaremos agradecidos con ese grupo de mata-ratones. Ok, mi debraye ya fue demasiado lejos.
*Ojos de guión: asiáticos, japoneses, chinitos, taka-taka's, etc.
El agradable clima, los vendedores ambulantes, el ambiente familiar o en su defecto: ameno (por aquellos que estén solos como dedos o con puros amigos o agregados sin parentezco alguno) , el canto de los pájaros, las nieves de la plaza de armas, los elotes y/o esquites del zócalo, el agüita de guayaba de $10... y, y, y... ¡¿ratas acompañándote mientras saboreas tu delicioso hot dog sentad@ en una banca a un costado del palacio de gobierno?!
¡No mames! y no creas que si te mueves, correrán... al contrario, se te acercarán más pa' que les convides, tsss... no seas ojete, aliméntalas.
¿Cómo es posible que en la siempre bella y concurrida ciudad de la eterna primavera haya tal cantidad de roedores en plena plaza de armas y alrededores? y no hablo de ocho ratitas esparcidas por el lugar, ¡no! hay para obsequiarle unos cuántos guacales previamente sellados (digo pa' aprovechar que hay hartos desos en el mercado) a todos nuestros amiguitos de la República Mexicana o a algún empresario asiático que guste de cocinar rata con sabor mexicano, sería una super ganga y entraríamos al pedo de importar y exportar ratitas simpaticonas para deleite estomacal de los ojos de guión.*
El puro business.
No... hablando en serio, sí hay un montón de ratas, ¿qué onda con la imagen de la ciudad? son demasiadas, ni se mueven cuando álguien pasa al lado de ellas y lo peor es que ya hay más ratones que palomas, lo cual es sumamente estresante y hasta me recuerda la película esa de Alfred Hitchcock, Birds. La cual me traumó hartísimo, y la situación me hace revivirla mentalmente, pero en versión rata-ratón.
Qué asco. Álguien debe hacer algo pronto... ¡¡¡URGE!!! Si les vale la imagen de esas zonas tan "poco visitadas", entonces háganlo por salud, qué desagradable... estar caminando entre esas horrorosas y peludas bombas de infección, no está chido.
El Sr. Gobernador y su compa el Sr. Presidente Municipal, me están quedando bieeeeeeeeen mal, bueno no sólo a mí, a tooooooodos los guayabos que gustamos de caminar por el centro. Qué ossso con ustedes. Ja!
A ver en qué para todo ésto. A mí si me preocupa, pero me dan asco las ratas, jajaja, que uno o varios individuos valientes y sangrientos las maten sin piedad alguna, así serán nuestros héroes del año, serán cargados en hombros y vitoreados por chicos musculosos, pero no por ello menos temerosos y anti-roedores. Mujeres y hombres, niños y niñas (aún no supero la etapa del buen Fox! jaja) estaremos agradecidos con ese grupo de mata-ratones. Ok, mi debraye ya fue demasiado lejos.
*Ojos de guión: asiáticos, japoneses, chinitos, taka-taka's, etc.
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